La neblina antes de salir de mi casa... |
El lunes me desperté para ir a trabajar, la mañana estaba más fría de lo normal, la verdad casi que no me paro de la cama. Cuando por fin lo logré, miré por la ventana y para mi sorpresa estaba rodeado por unas cortinas blancas muy espesas. Una neblina [1] que este último año es cada vez más frecuente en las noches y ahora en las mañanas por mi casa, supongo por el cambio climático tan bárbaro que sufre la tierra. El caso fue que me dejaron pensando mientras me bañaba, vestía, desayunaba y llegaba al trabajo.
Recuerdo mucho los viajes por carretera con mi papá, noches en las frías montañas donde de repente las paredes de neblina aparecían frente a nosotros, la visibilidad se reducía simplemente a ver el capó del carro y dificilmente pocos metros de carretera hacia el frenteAllí aprendí que lo peor que se puede hacer en esa situación es poner las luces altas, por el contrario hay que poner las luces bajitas y de ser posible evitarlas y utilizar unas exploradoras que iluminen solo el pavimento. Aterrador!
La pericia de mi papá, sumando el conocimiento de la carretera era una cosa increíble, solo necesitaba "ver la raya", la verdad yo solo veía paredes blancas a nuestro al rededor. Íbamos andando a ciegas, incluso, sin darnos cuenta, podríamos ir directo al abismo. Mi papá me generaba bastante confianza, al punto que hacía comentarios del tipo: "Esta es la camioneta que se nos pasó por X lugar, en la neblina la dejo botada". Cosa que efectivamente ocurrió. En fin, un piloto de verdad =).
Aveces nuestro mundo se va llenando de esa neblina y sin darnos cuenta se transforma en una espesa niebla que no nos deja ver hacia ningún lado, que nos obliga a dar pasos, posiblemente en falso.
"Gracias" a nuestro sentido de supervivencia luchamos contra ella, buscamos iluminar el camino, gastamos toda nuestra energía inútilmente y no nos damos cuenta que aveces, solo necesitamos tener un poco de calma, y buscar una señal simple, una pequeña y delgada línea en la carretera que nos guíe, un amigo que nos apoye y nos de confianza.
[1] Técnicamente niebla porque era muy espesa.
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