Mirando el abismo de lejos...

SAQUENME DE AQUI!!!

Y aquí estoy parado a unos metros del abismo, con la soga que atará mis manos en el momento que me lance. Así no vea claramente el gran vacío del barranco el miedo a las alturas me empieza a poner algo nervioso. Es fácil pensar en la idea de lanzarse cuando uno está lejos, pero de todas formas, más temprano que tarde, debo lanzarme.

Los signos de miedo brotan, no es solo el miedo a las alturas, los fantasmas internos hacen su aparición y las vocecillas del ángel y el demonio ahora parecen un colegio en cambio de clase.

Los días pasan y sigo aquí parado, ayer me acerqué un poco más a la orilla, pero una gran corriente de viento me devolvió, creo que no opuse resistencia alguna, era fuerte y fría pero nada que un buen abrigo y una pequeña inclinación hacia adelante no puedan superar.

Me siento encerrado y deseoso de salir, hay un mundo allá afuera por disfrutar, pero se está poniendo difícil la cosa, creo que necesito un empujoncito, una mano de alguien más.

Pero, qué carajos estoy pensando?, no debería ser tan complicado, solo un par de cosas atarme fino y lanzarme. Ojalá en el medio se abra a mis espaldas un parapente y me alce en vuelo sublime por sobre el barranco.

Llegó alguien, es mi estómago, creo que tiene bastante hambre. No quiero líos, me retiro a buscar algo para almorzar, como seguramente hoy (por ser viernes) hay frijoles en el restaurante preferido, buscaré otro lugar.